domingo, 20 de febrero de 2011

Experiencias de un Erasmus

Dentro de ocho días cumpliré cinco meses de mi vida Erasmus aquí en Ancona(Italia). Este período de tiempo representa el 50% de mi Erasmus, es decir, todavía me quedan otros 5 meses más en la capital de Las Marcas. Dentro de 150 días repetiré un post parecido a este, al menos en su propósito pues quiero valorar y reflexionar de mis experiencias hasta ahora.

Creo que debería empezar hablando de por qué me vine aquí. El principal empujón me lo dió el hecho de que estaba haciendo un año nefasto en la universidad, principalmente por razones personales, aunque no me parece realmente un buen justificante para mis resultados académicos. También fueron otros los motivos como que esta era realmente una buena oportunidad para salir de casa y conocer el mundo. Así que rellené papeles y más papeles(Greenpeace tomaría cartas en el asunto si supiese cuánta celulosa implica este episodio en la burocracia). Al final todo salió como tenía previsto: plaza de diez meses en Ancona y sesenta créditos que me traje.

Pues bien, llegué a esta ciudad de poco más de 100.000 habitantes un 27 de septiembre a las 23.00h, sólo, sin hablar italiano y sin conocer a absolutamente a nadie. Sí, casi lloro la primera noche y no dejaba de preguntarme por qué coj***s me vine para aquí. El caso es que dormir era la mejor opción.
A la mañana siguiente conocí a mis futuras compañeras de piso y acordamos quedarnos con el piso que vimos y nos fuims a tomar un café para celebrarlo. En ese mismo momento conocería a un auténtico personajazo(codename: Lepe) y minutos después a mi alter ego(por haber llegado en condiciones similares a las mías). La moraleja de ese día fué que no todo es tan malo como pinta al principio, es más, ese fué el día en el que me convencí de que venir aquí fué un acierto.
A lo largo de los próximos días tras ir conociendo la ciudad y sobre todo a las personas que hay/había aquí estaba cada vez más feliz de estar aquí. Aún a día de hoy no encuentro un sólo motivo para ponerle un "pero" a lo que acabo de decir.
Sólo en este Erasmus, en esta pequeña parte del mundo, en este preciso espacio de tiempo podría vivir esta extraordinaria experiencia y sin duda un capítulo de mi memoria que recordaré a partir de Julio todos los días de mi vida. Doy gracias a todos los que vinieron aquí por haber tomado esa decisión, y mención especial quiero dar a los tres alegres fisios canarios, las cuatro enfermeras más geniales que ha sido mi placer conocer y a Ángelito, que no era Erasmus ni ná, pero que fué mentor para casi todos de aquí. A todos ellos se les echa de menos.
Pero este es el precio del Erasmus. Conocerás a gente que guardarás en el corazón a pesar del poco tiempo del que dispusiste para tratar con ellos, pero que su calidad como personas sin duda es el auténtico factor que te conquistan.
A todos ellos les doy las gracias, y a todos los demás que se quedan y me acompañarán hasta el final de mi estancia les doy las gracias por ello, puesto que si ellos también hubiesen marchado el vacío que quedaría en mi sería demasiado grande.

Sin duda todo estudiante se merece vivir esta experiencia, puesto que no sólo es un ventaja para tus estudios, sino que sobre todo es una bendición para tu persona.

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